Conducido: Hyundai Ioniq 6

Probamos la versión con la batería grande, de 77,4 kWh, combinada con el motor trasero más potente que proporciona 168 kW (228 ps/225 hp) y 350 Nm (258 lb-ft) de torque. En la parte inferior izquierda del volante hay un interruptor giratorio, como en Porsche, desde el que se pueden seleccionar los modos de conducción Eco, Normal y Sport. Éstos varían la respuesta de la dirección, la sensibilidad del pedal del acelerador y la potencia del motor, pero no modifican la rigidez de la suspensión.

Hyundai no revela cuánta potencia se reduce en el modo Eco, pero es obvio, mientras se conduce, que el motor pierde algunas decenas de caballos de fuerza cuando se selecciona esa configuración. En el modo Sport, la dirección requiere una fuerza ligeramente mayor para funcionar y el pedal del acelerador reacciona de forma más espontánea a la presión.

Muchas páginas del comunicado de prensa se centran en los sistemas de asistencia. Hyundai ofrece lo máximo en este sentido, pero estos sistemas son demasiado cautelosos. El asistente de aparcamiento emite un pitido incluso cuando el coche está a 50 cm de un obstáculo lateral. Por otro lado, el asistente de carril con corrección activa de dirección funciona mejor que en algunos modelos rivales, ya que mantiene el coche en el centro del carril y las correcciones de dirección son suaves.

Por primera vez en un modelo europeo, el Ioniq 6 cuenta con faros Matrix LED, que cuentan con nada menos que 700 píxeles parametrizados, utilizados para las luces de circulación diurna, las luces traseras y también para el gran alerón trasero.